Con demasiada frecuencia nos imponen una supuesta realidad, y ocultan esos pequeños detalles que marcan la diferencia.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Un año de valientes logros



En apenas un año la poderosa mayoría absoluta otorgada por casi 11 millones de españoles al Partido Popular ha sido capaz de desguazar casi por completo un país ya ruinosamente resquebrajado. Incremento en el IRPF, abaratamiento del despido, recortes en sanidad, educación y pensiones, subida del IVA en tres puntos, y de las facturas energéticas, aportaciones de dinero público a los bancos, amnistías fiscales para los grandes defraudadores,… Han hecho exactamente todo aquello que prometieron que no harían.
Cada uno de los doce pasados meses han sido un continuo de medidas tomadas desde la prepotencia de la mayoría aplastante y en muchas ocasiones desde la oculta guarida del real decreto y en el más absoluto de los secretismos, si era posible. Mariano Rajoy, el líder de la banda, que ya era parco en explicaciones desde la oposición, limitándose a  soltar sus peroratas sin responder a las preguntas de la prensa, ha seguido su línea en el gobierno, y no ha comparecido ni una sola vez voluntariamente ante el Congreso,  únicamente lo ha hecho cuando la ley le obligaba. Esto no sucedía desde el año 2001, en el que su arrogante y endiosado mentor, José María Aznar, acudió únicamente obligado a rendir cuentas a los parlamentarios.  Tal vez sea que Rajoy no tenga muchas cosas de que alardear, o tal vez sean tantas que no sepa cual de ellas destacar.
El insigne Mariano y sus secuaces han sido muy valientes al aprobar todas las citadas medidas porque con cada una de ellas han mentido como bellacos a todo el país, pero especialmente a sus ilusos electores. Ciertamente la calaña de los políticos es tan desvergonzada que pueden mentir durante toda su vida y seguir apoltronados sirviendo como lacayos a sus señores, los intereses de los mercados. En eso reside su valentía, y lo dejaron patente desde el mismo momento de la formación de su gobierno, que fue toda una declaración de intenciones, y de profundos agradecimientos.
Con el fin de organizar nuestra Defensa, eligió al estirado Pedro Morenés, que estaba altamente vinculado con  la empresa de armas ubicada en Zaragoza, Instalaza, que había demandado al estado español por las pérdidas que le ocasionaría la prohibición de las sanguinarias bombas de racimo. Tal vez el estado pague de algún modo 40 millones de euros que de alguna manera llegarán a los accionistas de Instalaza.
Para dirigir nuestra Economía designó al sonriente Luis de Guindos, ex presidente para España y Portugal del estrepitosamente quebrado banco estadounidense de inversiones Lehman Brothers. Buen currículum para hacer lo mismo con España. De momento su mayor sonrisa fue a Goirigolzarri para tranquilizarle porque ya habían llegado los casi 40.000 millones de euros para Bankia y los demás cajas expoliadas, entre ellas CAM, caja cuyas cuotas participativas salieron a bolsa en 2008 coordinadas por el propio De Guindos.
Para velar por nuestra Hacienda, bienes e impuestos se recuperó al inquietante Cristóbal Montoro, ya experimentado en estas lides en el segundo gobierno Aznar, añadiéndole además el control sobre las Administraciones Públicas, para estrujar aún más las condiciones laborales de los funcionarios. Montoro, que lo mismo es capaz de conceder una amnistía fiscal que amenazar con publicar los nombres de quienes defraudan, protagoniza múltiples hazañas recogidas en las hemerotecas, entre ellas poseer tres pisos en Madrid, pero no renunciar a las dietas para residencia.

Para proteger nuestra Agricultura y Alimentación el premiado fue el campechano Miguel Arias Cañete, también bregado en tales batallas con Aznar, y cuya esposa Micaela Domecq gestiona junto a su familia empresas preceptoras de suculentos fondos europeos para la agricultura además de coleccionar bienes por un valor catastral superior a las seis cifras, más otros activos de más de 600.000 euros, no como el pobretón Camps. De regalo le han añadido Medio Ambiente por sus excelentes relaciones con los ecologistas, que no lo pueden ver ni en pintura.

Podríamos continuar exaltando las valiosas habilidades de los portadores de las carteras ministeriales de nuestro país repartiendo ganancias con sus respectivos sectores, Mato en su faena de privatizar Sanidad, Bañez recortando prestaciones, Sáenz de Santamaría rozando las más altas cotas de hipocresía…

Dentro de la valentía generalizada de esa piara de desalmados que dirige los destinos del país tal vez haya que destacar la del Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. El arrojo de este adalid le ha llevado a hacer las delicias de la iglesia y del más rancio tradicionalismo con sus nuevos impulsos a la educación hasta el extremo de, además de volver a catolizar, pretender “españolizar” a través de ella, lo que no solamente les jode a los catalanes, sino a cualquier defensor de la pluralidad y la libertad. Este visionario retorcido parece retomar las excusas que llevaron a la destrucción de Hispanoamérica por parte de los reyes católicos, la conversión al catolicismo y la españolización. Reafirmado a si mismo creciendo ante el castigo como un “toro bravo” el arrojo de la progresiva derechización de su trayectoria ideológica, sólo es comparable al arrojo de sus decisiones, no en vano su apellido significa valor en el sonoro idioma del oráculo femenino de la política europea, Angela Merkel.

Pero si en esta competición de barbaries históricas hay un descerebrado intrépido en cuanto a sus decisiones, para tomar las cuales no es suficiente con ser bizarro, valiente, grande, excelente; en definitiva gallardo, sino que hay que ser Gallardón, además de Alberto y Ruiz. El otrora revolucionario progresista del PP retorna a la más profunda de las cavernas puesto que no sólo restringe la ley del aborto a límites absolutamente retrógrados, sino que además nos pretende condenar a una justicia como la norteamericana, cuyos resultados tengan más que ver con el poder adquisitivo para pagar abogados, tasas o recursos que con la necesaria igualdad ante la ley. En este país, donde son bien recibidos millonarios rusos, chinos, o de cualquier lugar y sea cual sea el color de sus billetes o si están manchados de sangre, droga o corrupción esta claro que pesa más el dinero que la justicia.
Después de arrancarnos todos nuestros derechos, nos arrebatan la justicia para reclamarlos. Así es la clase de basura que gobierna en las tendencias ideológicas capitalistas neoliberales.
Tal vez, de momento, no se atrevan a restaurar el derecho de pernada para quienes superen cierto número de cifras en sus cuentas bancarias, pero de momento algo que nos va a afectar a todos en varios momentos de nuestra vida, el Registro Civil, va a pasar a manos de los Registros de la Propiedad. ¿Por qué querrá nuestro presidente Mariano Rajoy, registrador de la propiedad en excedencia de la urbanística zona de Santa Pola (Alicante), cargarse de más trabajo para su jubilación?
Mucho me temo que el siguiente valiente logro van a ser copiosas tasas en las anotaciones y certificaciones registrales civiles que controlarán los apenas dos mil registradores de la propiedad que se reparten la gigantesca tarta económica que les procuran las mismas leyes, de procedencia franquista, que desahucian a los ciudadanos.
Es eso consisten las democracias occidentales actuales, la máxima de los políticos es acceder al poder por cualquier medio, para una vez arriba arreglar lo suyo y lo de sus amigos para garantizarse una jugosa jubilación, que de hecho consolidan a lo largo de su camino.
Su valentía es nuestra gilipollez, de modo que nos mienten y roban a la cara, y les seguimos votando, pero tal vez no tarde mucho en que el PP alcance su mayor logro, y ese será que por fin todos nos unamos para frenar este gigantesco engaño.

martes, 11 de diciembre de 2012

Premios y castigos



 Este lunes, como cada 10 de diciembre desde 1901, se entregaron los premios Nobel. Los prestigiosos galardones creados por Alfred Nobel, inventor de la dinamita y enriquecido gracias a ello, son consecuencia de los problemas de conciencia que creó al químico sueco el destructivo uso bélico que se podía hacer de un producto creado inicialmente para la minería. La fecha de entrega conmemora el día de su muerte en 1896, y los premiados son quienes hayan aportado el “mayor beneficio a la humanidad” durante el año en los campos de la Literatura, Física, Química y Medicina. En su testamento Alfred Nobel también reservó un premio, que en todos los casos coincide con una medalla, un diploma y una cantidad económica, “a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”, según dicta su testamento.
Lo cierto es que los loables deseos del inventor, sin duda también con cierta ansia de inmortalidad, no tardaron demasiado en tornarse controvertidos a causa de que quienes eran designados para recibirlos no se consideraban merecedores de ello. Esto sucedía especialmente con el Nobel de la Paz, que además es el único que se entrega en Oslo, mientras que los restantes lo hacen en Estocolmo. Ya en 1906 el presidente de los Estados Unidos Theodore Roosvelt fue obsequiado con el galardón por mediar en el fin de la recién concluida guerra ruso japonesa, si bien también era el culpable de otros enfrentamientos y muertes. En 1919, otro presidente norteamericano Woodrow Wilson, culpable entre otras cosas de permitir la creación del fraude monetario expansivo de la Reserva Federal, y de meter al país en la Primera Guerra Mundial, recibió el Nobel de la Paz por fundar la Sociedad de Naciones, inútil precursor de la actual inútil ONU. Barak Obama lo recibió en 2009  «Por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la colaboración entre los pueblos», cuando durante su mandato se producen tantas guerras o más que antes, aunque quizás el más polémico fue el Nobel de la Paz de 1973 que se concedió a los dos personajes encargados de firmar el Acuerdo de Paris de aquel mismo año que puso fin a la presencia de las tropas norteamericanas en Vietnam. El vietnamita Le Duc Tho rechazó el premio porque realmente la guerra no había finalizado, ni lo hizo hasta dos años después, pero el sin duda mayor genocida de la historia de la humanidad y culpable de muchas muertes en aquel conflicto, el entonces Secretario de Estado Norteamericano Henry Kissinger aceptó encantado el premio.
Sin duda muchos de los perceptores del reconocimiento a lo largo de la historia han sido merecedores del mismo, pero la presencia de personajes de esa calaña deja en muy mal lugar el prestigio del acontecimiento y su credibilidad.
El problema es que el sistema utiliza el prestigio del premio, galardón, certamen, institución,… en su propio beneficio, cuando no ha sido creado expresamente para ello, con lo que le acaba desprestigiandolo completamente.
En este sentido y como paradigmático ejemplo de cómo crear un prestigio a medida, precisamente uno de los que ha conducido al planeta a su actual situación, citaremos el premio Nobel de Economía que Alfred Nobel no mencionó en su testamento, sino que responde a un invento para respaldar las ideologías a imponer. El galardón postizo se añadió en 1968 por el Banco Central de Suecia, y la actual familia Nobel no lo reconoce como tal, aunque se entrega junto a los demás, ampliándose desde 1995 no solo a la economía, sino a las ciencias políticas, a la psicología y a la sociología, ya que tras incluir a la economía entre las modalidades elegidas, se decidió que no se ampliarían jamás con ningún otro premio. La mayoría de los receptores del premio Nóbel de Economía pertenecen a la Escuela de Chicago, y concretamente el premio en 1976 se lo llevó Milton Friedman «por sus triunfos en el campo del análisis del consumo, la historia y teoría monetaria, y por su demostración acerca de la complejidad de la estabilización política». Friedman fue quien conspiró y comenzó a difundir las teorías sobre las bondades de un mercado completamente desregulado del control de los estados que se comenzó a aplicar en los setenta en las dictaduras latinoamericanas y en los ochenta en las “democracias occidentales” a través de Reagan y Thatcher, extendiéndose más tarde a prácticamente todo el planeta, con los resultados de un mayor incremento en las diferencias entre ricos y pobres y al sacrificio del estado de bienestar en beneficio de los especuladores.
Ahora los cerebros que dirigen el cotarro han debido de considerar que la Unión Europea, la panacea glorificada por nuestros políticos para repartirse más poltronas y crear un poder superior que, por nuestro bien, dirigirá nuestros países según sus criterios divinos y de acuerdo con los “mercados”, reciba el premio.  El motivo de la concesión han sido “Por su contribución durante seis décadas al avance de la paz y la reconciliación, la democracia, y los derechos humanos en Europa”. Sin entrar a analizar la realidad de si la UE ha contribuido a más guerras que paz, a más enfrentamientos  que reconciliaciones y últimamente a generar más miseria que derechos humanos, la ceremonia de entrega del premio dejo claros los castigos que sufrimos los ciudadanos europeos.  (continúa abajo)         

           

           

           

           

           

           

           


A la ceremonia asistieron 21 de los 27 presidentes europeos, los mismos que castigan diariamente a la miseria a los ciudadanos más desfavorecidos de sus países con sus decisiones y recortes hasta situar en un 25 por ciento de los europeos con unos ingresos por debajo de los dos dólares diarios, que es lo que marca la pobreza. En el evento participó nuestro Mariano Rajoy, que hizo lo que saben hacer todos ellos, salir en la foto con trajes caros y sonrisas hipócritas con las que machacan a sus ciudadanos mientras cumplen las órdenes creadas por Friedman para satisfacer a las élites y multinacionales que les acabarán agradeciendo los favores recibidos colocándoles en inútiles puestos ejecutivos con elevados salarios. Con toda seguridad llegaron hasta allí después de haber viajado cómodamente con sus séquitos, en primera clase y a cuenta de los erarios públicos a pesar de los malos tiempos para excesos económicos. Seguro que las comilonas en Oslo también estuvieron a la orden del día en estos premios que siempre les toca a ellos mientras nosotros recibimos los castigos.
Lástima de gastroenteritis alimentaria generalizada, y si es posible permanente. Sería lo único que justificara la presencia de tanto caradura en el evento.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Más de lo mismo



En marzo de 2010 iniciaba las reflexiones en este blog analizando la degenerada situación a la que han llegado las estructuras básicas del neoliberalismo capitalista democrático en este país, entre ellas la empresarial, la financiera y la política.
Entonces me sorprendía que al frente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), representando a todos los empresarios españoles, se encontrara el madrileño Gerardo Díaz Ferrán a pesar de haber demostrado claramente su nulidad como gestor en empresas como Air Comet. Tardaron hasta el 21 de diciembre del mismo año en sustituirle. Hasta entonces sus compañeros, solidarios ellos, le defendieron a ultranza.
Ahora Díaz Ferrán descansa en prisión acusado de alzamiento de bienes, blanqueo de capital y falsificación de documentos, entre otras lindezas. La gravedad de las acusaciones queda subrayada por las fianzas impuestas por el juez para él y su socio, que ascienden a 30 y 50 millones de euros, ambas record absoluto de las fianzas judiciales en este país hasta ahora. El actual vicepresidente de la CEOE, el también madrileño Arturo Fernández, ya que en la farsa de los equilibrios ahora le corresponde el timón a un piloto que hable catalán, considera que toda esa actividad delictiva de Díaz Ferrán mientras representaba a los empresarios no afecta a la institución, tal vez porque ya está lo suficientemente desprestigiada por los compadreos entre todos los representantes de nuestras instituciones. Sirva como ejemplo que el señor Fernández, empresario restaurador, es el encargado de dar de comer a sus señorías en el Congreso por un módico precio que apenas alcanza los cuatro euros, porque su empresa recibe jugosas subvenciones mientras los escolares tienen que pagar una cantidad similar por poder comer la comida que se llevan de casa.
En el entramado que atañe al expresidente de la CEOE, aparte de sus socios y cómplices en el gigantesco fraude también fue llamado a declarar Miguel Blesa por un préstamo de 26,5 millones de euros que Díaz Ferrán recibió, y aún no ha devuelto, cuando el primero era presidente de Caja Madrid y el segundo consejero de la misma entidad financiera.
Entonces citaba el generoso préstamo recibido por el, entonces, líder de los empresarios, pero para referirme a la crisis financiera me remitía a las jugosas jubilaciones con que el BBVA obsequiaba a sus altos ejecutivos, entre ellos a un recién consejero jubilado  José Ignacio Goirigolzarri que acababa de embolsarse 60 millones de euros por ello. Circunstancias de la vida aquel pobre jubilado ahora se ha reincorporado a la poderosa butaca bancaria que otrora ocupó Blesa, si bien entonces era un lujoso trono en un palacio de suntuosidades y despilfarros y ahora es un lujoso trono en un solar de telarañas y engaños. Entre uno y otro ha pasado un Rato, concretamente Rodrigo, que desde su lujoso trono dilapidó los restos dorados heredados en el fraude de Bankia, timando directamente a miles de incautos bankeros. Con toda seguridad todos estos honrados ciudadanos que fueron timados a través de la adquisición de acciones y deuda preferente estaban menos formados para ello que el bilbaíno educado en Deusto que ahora manda en el engendro al que van dirigidos la mayor parte de los cerca de 40.000 millones de euros, que pagaremos todos, con que Bruselas ha obsequiado a la ruinosa banca española, a cambio de una sangría de empleos y sacrificios a los afectados de base, mientras que los culpables del desastre se escaquean con los bolsillos llenos, como lo hacen los malos empresarios. En realidad ese sector bancario ruinoso coincide con las antiguas cajas de ahorros polítizadas desde que, como tantos políticos, el injustamente glorificado Felipe González abrió los consejos de administración de las mismas a partidos políticos y agrupaciones sindicales con la ley 31/85 de regulación de las normas básicas sobre órganos rectores de las cajas de ahorro. Con la excusa de la democratización de las mismas, lo que se hizo fue colocar al alcance de los políticos las poltronas financieras con los desastrosos resultados actuales. En realidad González fue el colocador de los balones para que después Aznar rematara para acabar de meter el gol a los ciudadanos de a pie. Lo mismo que con las cajas sucedió con la ley orgánica del poder judicial, la Ley de Reforma Universitaria o las regulaciones de los medios de difusión. El resultado es que todos esos ámbitos están polítizados y corrompidos hasta la saciedad en este fraude democrático del bipartidismo político en el que la única diferencia entre ambos es la afiliación de los enchufados de cada uno.
Regresemos al que nos ocupa que es el poder financiero y su compadreo con políticos, empresarios, corrupciones y prebendas. En esta cultura del pelotazo generalizada triunfa el más ladrón, y así en la reminiscencia del oro robado que le hace brillar surge el banquero nombrado a dedo político del que aquí citaremos a Blesa como ejemplo, aunque hay muchísimos más, como Narcís Serra y su Caixa Catalunya o Pedro Hernández Moltó y Caja Castilla La Mancha, hasta completar casi uno por entidad heredada de las antiguas cajas de ahorros, al menos de las poderosas.
El jienense Miguel Blesa coincidió y consolidó su amistad con José María Aznar durante la estancia de ambos como inspectores de hacienda en Logroño. Casi veinte años después, cuando Aznar llegó al poder, en 1996 y con Gallardón como presidente de la Comunidad madrileña desde un año antes, Blesa accedió a la presidencia de Caja Madrid sustituyendo bruscamente a su electo antecesor, cargo en el que se mantuvo hasta 2010, jubilándose después con una jugosa indemnización y despilfarros como el sobrepago de casi tres millones de dólares por una mansión en Miami o prestamos a fondo perdido a colegas de corrupción como Díaz Ferrán.
La culpa de la ruina de este país es de políticos como los que nos gobiernan y legislan nuestras leyes, empresarios como Díaz Ferrán, y banqueros políticos como Blesa. Todos ellos tienen en común sus aires de grandeza y su enriquecimiento ilícito gracias  al saqueo de los más débiles y del patrimonio público. Islandia fue capaz de salir de la crisis exigiendo responsabilidades a los políticos, banqueros y empresarios generadores del gigantesco fraude y haciéndoles pagar por ellas.
El problema de este país, y de todo el reinante orden capitalista mundial, es que nos educan para creer que  alcanzar el éxito y triunfar es llenarse los bolsillos de dinero y riquezas y rodearse de lujos y exclusividad, hasta el enfermizo punto de que casi ni se llega a cuestionar si el origen de esa insultante diferencia económica procede de una merecida genialidad o del sufrimiento de otros seres humanos.  
Las corruptelas del dinero y del máximo beneficio amparadas en banqueros y empresarios sin escrúpulos han anidado en las mediocres clases políticas dominantes que la esparcen, a golpe de legislación, en las demás estructuras de poder, bien sea sindical, judicial, mediático o de cualquier otro tipo, incluido el monárquico, y así nos va.
Entonces, hace casi tres años, las cosas iban mal. Ahora, casi tres años después, van mucho peor, y quienes nos iban a sacar de la mierda han logrado que nos sumerjamos completamente en ella.
Ojalá los jueces se sacudan la presión política y como Eloy Velasco, comiencen a exigir responsabilidades a tanto delincuente enriquecido por negocios ilícitos en este país. De momento se han atrevido con algún empresario, y los políticos y banqueros responsables de esta bacanal de despilfarros e irresponsabilidad con la que justifican el desmantelamiento de nuestro estado de bienestar siguen disfrutando de sus robos y prebendas, algunos con trajes a medida y la mayoría con extraordinarias jubilaciones y cómodas poltronas bien remuneradas.
Hasta aquí nos han conducido los 34 años de una maravillosa constitución y de un proceso de transición que nos vendieron como ejemplar. Sin duda en este tiempo la calidad de vida en este país subió como resultado de dilapidar las riquezas existentes, las mismas cuyo grueso principal disparó los beneficios de las élites dominantes y cuyas migajas repercutieron en una creciente clase media que ahora quieren descender a clase baja, y esta última a clase basura.
La Casta política, la misma hable el idioma que hable, ha colocado las piedras legislativas para llegar a la hecatombe actual. Ya lo dijo el portavoz del gobierno popular Miguel Ángel Rodríguez  cuando la constitución cumplía 18 años, allá por 1996: “si fuera chico podría votar, si fuera chica se vestiría de largo”. Dieciséis años después si la Norma Fundamental de este país fuera chico estaría en el paro, y si fuera chica estaría asqueadas de las vejaciones de una cutre casta política que paso a paso nos ha demostrado que sólo es capaz de aportarnos más de lo mismo hasta dejar sin futuro a las próximas generaciones esclavizándolas a una deuda ilegítima que favorece a las élites mundiales.

miércoles, 25 de julio de 2012

De AVES e incendios



Cuando escucho a nuestros políticos pedir sacrificios tan importantes como el del propio Estado de Bienestar mientras arrasan derechos, ayudas, sanidad, educación, investigación… destrozando el futuro del pueblo al fin y al cabo, a la vez que destinan fondos casi ilimitados a entidades financieras que han realizado desastrosas inversiones y agasajado con millonarias aportaciones a sus dirigentes y asesores; cuando escucho a nuestros políticos afirmar que no queda dinero para pagar las nóminas de los funcionarios porque no se recaudan los suficientes impuestos después de suprimir impuestos del patrimonio y de sucesiones, y de permitir al millonario fraude fiscal de este país, cercano a los 90.000 millones de euros anuales, más de un 70 por ciento de los cuales corresponde a grandes empresas y grandes patrimonios, redimirse pagando un diez por ciento en lugar de perseguirlo; cuando escucho a nuestros políticos mentir abiertamente sobre todas sus promesas y afirmaciones, pero perjurando que la única solución para la crisis es exprimir aún más a los más débiles para enriquecer más a quienes más tienen, lo único que se puede sentir es un repugnante asco.
 Muchos de esos miserables que deciden sobre las leyes y normas que rigen nuestros destinos desconocen el precio de un café o el nombre de un abono para el metro porque ellos viajan en coche oficial hasta para ir a la peluquería, o en primera clase si los trayectos son demasiado largos. No se puede legislar para un pueblo del que se desconoce su modo de vida y preocupaciones, en definitiva, su realidad; y la mayor parte de los que cobran por ser nuestros representantes políticos viven en un mundo de lujo, riqueza y despilfarro, construido gracias a elevados salarios, bajos impuestos, dietas, prebendas, acumulación de cargos,…y cualquier otra fuente de ingresos que su escasa ética les permita; todo ello convenientemente protegido en sus mansiones de altos muros donde se aíslan del pueblo al que dicen representar. Como en las épocas feudales y de vasallaje, se encierran en sus castillos, como los grandes capitales a los que sirven, mientras condenan a sus electores a empleos precarios y jornadas más largas, además de pauperizar sanidad, educación y otros derechos esenciales, todos ellos atesorados históricamente a base de lucha y penurias. Utilizan nuestros impuestos para pagar sus sueldos y prebendas e invertir el resto en aquello que más les interesa a quienes manejan los hilos de las marionetas políticas. 
Esta es la maravillosa Europa que nos vendieron todos esos vividores sin escrúpulos y cuya dirigida evolución ya analizaremos en otro momento con más profundidad. Pregúntaselo a los griegos. Los portugueses e irlandeses también saben algo de ello, como lo sabemos en España y en Italia. También lo conocen seis millones de alemanes con salarios de 400 euros y cerca de 100 de los 500 millones de europeos que viven con menos de dos dólares al día, aunque la UE sólo admita oficialmente 80 millones de pobres, y que corren el riesgo de incrementarse notablemente con las políticas de recortes sociales y de salarios que están realizando. Eso es Europa digan lo que digan y dijeran lo que dijeran en su momento. Y mientras nuestros políticos miran y cumplen los deseos de Europa, ha sido precisamente en una de las principales zonas que comunican la geografía española con la idolatrada Unión Europea, con preciosos y privilegiados paisajes y parajes, donde han quedado más patentes las injusticias y desigualdades de las políticas con las que nos dirigen. 
La “Tramuntana”, el poderoso viento del norte que normalmente confiere al Alt Empordà la límpida transparencia, ausente de partículas e impurezas, con la que realza sus vivos y nítidos colores dominantes, verde de su paisaje y azul de su cielo y su reflejo en las aguas mediterráneas de la Costa Brava, esta vez fue el multiplicador que provocó que las llamas iniciadas por sendas negligencia tornaran grises de desolación cerca de catorce hectáreas del abrupto y excepcional territorio, además de provocar heridas de cierta gravedad a una docena de personas y de segar cuatro vidas humanas. No es la primera vez que sucede, más bien es algo cíclico que se repite cada cuatro o cinco años en diferentes lugares e intensidades sin que al parecer las diferentes administraciones hagan demasiado por evitarlo a pesar de las continuas peticiones para que se limpien los bosques y se realicen acciones preventivas contra los incendios. Esta actitud continuada de los sucesivas gobiernos de diferentes colores no tiene ninguna lógica ya que la comarca es un selecto destino del turismo nacional, y especialmente internacional, que genera importantes ingresos a las arcas de las distintas administraciones. Uno de los fuegos iniciados el pasado domingo provocó que se paralizara el AVE, icono del inexistente progreso y liderazgo español, entre Figueres y Perpignan, precisamente el único tramo que funciona de una infraestructura que debía unir Barcelona con la frontera francesa y en el que se han gastado más de 10.000 millones de euros. 
 Entre las próximas medidas del gobierno del PP están la privatización de las pocas propiedades rentables del Estado que le quedan: Renfe, Aena, Loterías y Apuestas del Estado, Paradores,… además de los restos de REE y demás privatizaciones anteriores en cartera, por lo que esperan recaudar entre 20.000 y 30.000 millones de euros. Será la liquidación definitiva de los restos de existencias y saldos, cuyos ingresos probablemente se vayan dilapidando en dispendios, AVES y demás amiguismos. Con seguridad la mayoría de los cerca de 20.000 afectados directos por estos incendios jamás viajarán en ese AVE de imposible amortización* y sin duda preferirían que se destinase una pequeña parte de lo que los políticos despilfarran en obras faraónicas e inútiles suntuosidades varias en tratar de proteger el privilegiado medio natural que acoge unas vidas humanas ahora desgarradas por un fuego cuyas heridas tardarán en cicatrizar tanto como en tornarse verde el gris de las cenizas que les rodean. Tras eso, cabe suponer que todos los afectados preferirían que en lugar de rescatar bancos y financiar amiguismos los políticos dejen de destrozar el estado de bienestar, de recortar derechos y servicios públicos y de adoptar las medidas que permiten la precarización laboral, provocándola ellos mismos incrementando impuestos, recortando los sueldos a los funcionarios y maltratándoles en jornadas y derechos. Muchos de los cerca de 2000 bomberos, militares, policías y agentes de todo tipo, además de voluntarios, que han logrado extinguir las llamas y la angustia de los afectados por los incendios no cobrarán paga extra estas navidades. Además tendrán que trabajar más horas, cobrarán menos y tendrán menos días libres. A pesar de todo han cumplido con el trabajo encomendado con entrega, eficacia y eficiencia, como siempre. A ver cuando nuestros representantes políticos hacen su trabajo de servir al pueblo para el que gobiernan y no sus propios intereses y los de el poder económico que les dirige. 
 El primer recorte que deberían haber hecho es el de minimizar la ingente estructura de instituciones políticas plagadas de inútiles poltronas políticas que se aproximan al medio millón y que convierte a este país en el más nutrido de Europa, y con diferencia, en esta peligrosa casta de parásitos; pero tendrá que ser quien sea, tras la intervención que tanto temen nombrar, pero que llegará en breve, quien acabe con esta lacra. Al tiempo. Una turista holandesa, evacuada de unos de los camping de la agreste y pintoresca próxima a Sant Llorenç de la Muga, en plenas estribaciones de los pirineos y ya cercana a la Alta Garrotxa, contaba en las imágenes de televisión que aunque la zona del camping estuviera intacta ella daba por finalizadas sus vacaciones y regresaría a Holanda, porque conocía la comarca y sabía que para llegar hasta el coqueto pueblo y sus alrededores sólo hay una única carretera y quería ahorrarse el sufrimiento de tener que cruzar cada día por los parajes arrasados. Los altempurdanesos y altempurdanesas, , que tengan que atravesar esos paisajes arrasados no sólo no podrán evitar el dolor y la tristeza que te minan el alma, de ver asolado su entorno natural, y en muchos casos su medio de vida, si no que también tendrán que soportar a esos políticos que permiten que suceda. Ahora dicen que perseguirán a los culpables. Puede haberlos, como hay negligencias, errores, voluntariedades o accidentes. Pero lo que si es seguro que hay, aunque ninguna administración con competencia suficiente haga nada al respecto, son maravillosos paisajes, exuberantes bosques y vegetación, y una mágica Tramuntana que reaviva y enciende los colores, dicen que también a sus gentes, pero también las llamas. 
Señores políticos dejen de velar por ocultos intereses y promover enfermizas infraestructuras tan inútiles como faraónicas y protejan el verdadero valor de nuestro patrimonio y nuestra gente. Probablemente los escasos pasajeros del AVE de 10.000 millones, en el que apenas irá algún altempordanes-a, y un porcentaje muy pequeño de españoles, apenas exclamarán sorprendidos al ver el arrasado terreno, ya que, como nuestros políticos, viajan a otra velocidad y en otra categoría, pero quienes vivimos entre las cenizas sabemos que del mismo modo que es infinitamente mejor y más barato prevenir los incendios que después apagarlos, también lo es cuidar y pagar más a quienes hacen bien su trabajo, como todos aquellos que se han entregado en las labores de extinción de los incendios, y expulsar a aquellos que lo hacen mal aprobando y financiando ruinosas inversiones. A pesar de que la mayor parte de nuestros políticos parecen empeñarse en hacer desaparecer cualquier indicio de efectividad en los servicios públicos con su maltrato presupuestario a todos ellos, podemos agradecer a nuestros funcionarios y trabajadores en general la entrega en sus puestos de trabajo y funciones. Muchas gracias ahora a todos los que han impedido con su esfuerzo que la tragedia del Alt Empordà haya arrasado más vida. 
 * La media de usuarios por kilómetro del tren de alta velocidad español es de apenas 3 mientras que el francés supera los 40, y por otra parte el mantenimiento anual de la infraestructura supera con creces los 20.000 euros por kilómetro, y España, entre tramos en funcionamiento y en construcción tiene cerca de 4.000 kilómetros, el segundo país del mundo con más kilómetros de AVE, por detrás de China. Sin duda las infraestructuras del AVE, como las de las otras faraónicas obras de aeropuertos o gigantescos y carísimos “contenedores culturales” como la Ciudad de la Artes y las Ciencias, y sus descomunales desvíos presupuestarios son un lucrativo negocio para empresas constructoras y comisionistas en general.

sábado, 14 de julio de 2012

De lo admirable a lo abominable

La esencia del ser humano, su potencial y su libre albedrío le convierten en el ente más maravilloso del universo conocido al ser capaz de optar entre las ilimitadas acciones capaces de inventar su cerebro. De ese modo el mismo ser humano tiene la potestad de protagonizar las más admirable de las acciones, quizás entregando heroicamente su vida para salvar, de modo altruista, la de un semejante, o la más abominable, por ejemplo eliminando a los hijos de su pareja. Sin duda el primero de los acontecimientos está motivado por nuestra capacidad de amar, y todas las emociones positivas que ello suscita con respecto a la solidaridad y el acercamiento a todo aquello que nos rodea, mientras que el segundo suceso suele estar motivado precisamente por alguna causa opuesta a lo que nos acerca a nuestro entorno: odio, temor, egolatría, ambición sin límites o desprecio son algunos de sus ingredientes habituales que, impregnados de soberbia o mezquindad producen auténticos estragos entre los especímenes de la raza humana. Acordemos, para catalogar el nivel de admiración o abominación, que una u otra sean mayores cuanto a mayor número de humanos afecte el acontecimiento o suceso. Así la evolución social histórica ha encumbrado a la democracia, y por ende a los políticos, a la cúspide de los personajes que pueden provocar las máximas cotas a admirar o abominar, dada su influencia en las leyes y normas que han de regir a sus pueblos. Para concretar con un ejemplo, dentro de las tendencias económicas y socio-políticas actuales se podría considerar en la cumbre de lo admirable la actuación del presidente socialista francés, François Hollande, que junto a su partido han desafiado a imposiciones y tendencias reduciendo la edad de jubilación desde los 62 a los 60 años, subiendo los impuestos a quienes más tienen y anulando la subida del IVA en dos puntos programada para el próximo octubre por su antecesor. En medio de esta escala de evaluaciones, quizás por lo ambiguo del evento, se encuentran las lágrimas de la ministra de trabajo italiana, Elsa Fornero, al anunciar, el pasado cuatro de diciembre, las drásticas restricciones presupuestarias que afectarían al pueblo italiano. Su rostro lloroso, sincero o no, fue portada de todos los noticiarios para que quien así lo quisiera, se creyera o no, aquel "lo hago, pero me jode" oculto tras las lágrimas. En lo que no cabe ninguna duda es en la actitud de los diputados del PP al ovacionar y aplaudir a su líder y presidente español, Mariano Rajoy, el pasado miércoles tras anunciar al parlamento los recortes presupuestarios más drásticos y desgarradores de la democracia española. Tras los recortes salariales, el incremento del IRPF, la amnistía fiscal a los ricos defraudadores y las continuas y notables subidas de servicios energéticos; el aforo popular agasajó a su presidente con vítores, aplausos, sonrisas y rostros de satisfacción tras su anuncio de la subida del IVA, el fin de la desgravación fiscal por vivienda, el anuncio de la reforma de las pensiones, la supresión de la paga de navidad y de otros derechos a los funcionarios, o la reducción de las prestaciones del paro... medidas todas ellas dañinas para la mayoría de los ciudadanos, lo que sin embargo no impidió que despertara semejante entusiasmo entre sus diputados defensores. Más tarde los protagonistas se defendieron afirmando que no aplaudían las reformas propuestas, si no la "valentía" de Rajoy al aprobarlas. En cualquier caso lo que aplaudían o bien era la sumisión a los deseos de los poderosos capitales ocultos tras los mercados que pides estrujar sueldos y derechos de los más desfavorecidos o bien la sarta de constantes mentiras e incumplimientos de promesas electorales secundadas por las huestes populares y convergentes. Quizás el más indicativo suceso de lo abominable y detestable de una Casta política y dirigente española que, salvo honrosas excepciones, ha conducido de modo nefasto los destinos de esta amalgama de nacionalidades a lo largo del tiempo, sea el "Que se jodan" voceado por la diputada del PP por Castellón, Andrea Fabra, tras el anuncio de los recortes a las prestaciones por desempleo con el argumento de incentivar de ese modo la búsqueda de empleo, como si estar sin trabajo sea una actitud cómoda y voluntaria entre las que la padecen. Andrea, hija del que fuera presidente de la Diputación de Castellón entre 1995 y 2011, Carlos Fabra,es un claro ejemplo de la basura humana que dirige este país y legisla sus normas de modo casi hereditario. El padre del modelo político elegido está imputado en diversos delitos de cohecho, tráfico de influencias y fraude fiscal, con la curiosa peculiaridad de que le han tocado importantes cantidades a la lotería más de media docena de ocasiones, y que sus procesos están obstaculizados continuamente en más altas instancias judiciales. Uno de los mayores logros de Fabra padre fue la construcción del aeropuerto de Castellón con un coste de más de 150 millones de euros. Aunque la infraestructura, inaugurada a bombo y platillo por Francisco Camps y el propio Carlos Fabra el 25 de marzo de 2011, jamás se ha utilizado, hasta finales del año pasado se habían licitado diferentes servicios, como seguridad o diversos controles o equipamiento, por más de 5 millones de euros. Entre las licitaciones se encontraba una faraónica estatua de una veintena de toneladas y 25 metros de altura del propio Fabra con un coste cercano a los 300.000 euros, cifra notablemente más elevada que el precio de la vivienda de la gran mayoría de los españoles.De hecho la empresa Aerocas SL, (aeropuerto de Castellón SL) gestora de la infraestructura y propiedad de la Generalitat valenciana y de la diputación castellonense llevaba gastados 30 millones de euros en publicidad desde su creación en 2003 hasta enero de este año. El vástago de este maestro del caciquismo y de los entramados con profundos aromas de rancia tradición para ingresar notables cantidades por obra del azahar es una digna representante de las nuevas generaciones políticas de este país, y a la altura de muchos de sus colegas de ambición pública. La que exclamó "Que se jodan" nació en Castellón en 1973 y a los 16 años ingresó en el PP a través de Nuevas Generaciones para más tarde estudiar Derecho. En 2001 fue nombrada senadora por designación autonómica, para, en 2008, ingresar en el congreso, donde aún vegeta lujosamente, como la mayoría de sus compañeros de ostentoso pesebre, si bien ella previamente ya estuvo investigada por hacienda, lo que no fue obstáculo para acceder al cargo. Casada con Juan José Guemes, consejero de Sanidad de Madrid, la que exclamó "que se jodan", como todos aquellos diputados y políticos que no lo hicieron ni lo hacen, pero que lo ratifican con sus continuas acciones en poltronas prácticamente heredadas, donde tienen la vida solucionada y elevadas gratificaciones, prebendas y numerosos puestos para las doradas jubilaciones que les garantizan las grandes multinacionales por expoliar el país en su beneficio. La que gritó "que se jodan", dice que se refería a los del PSOE, quienes a su vez también pensaron hace apena un par de años un "que se jodan" más leve, analizado en su momento en este enlace, cuando rebajaron el sueldo a los funcionarios e iniciaron reformas laborales que le costó una huelga general al gobierno de Rodríguez Zapatero. En conclusión, anunciándolo o en silencio, los que joden son siempre los mismos, al igual que los jodidos. Convertir a los funcionarios en los principales pagadores de una situación creada por los excesos financieros y políticos, y potenciar su acoso y derribo contribuirá al desmantelamiento de un estado social que prestaba diferentes servicios. Con las nuevas tendencias para desprestigiar la sanidad y la educación pública, ya no necesitan funcionarios eficientes para estos servicios. Más bien al contrario, prefieren trabajadores públicos que desarrollen sus funciones en situaciones precarias y salarios de miseria para desprestigiar aún más sus posibilidades de competir con los centros educativos y sanitarios privados con los que pretenden sacarnos el poco dinero que nos quede y perpetuar la máxima de que sólo accederán a la salud y la educación aquellos que tengan poder adquisitivo para ello. Si quieres comprobar el progresivo desmantelamiento y degeneración de los diferentes servicios públicos en favor del negocio privado, sólo observa el progresivo deterioro de la televisión y radio públicas en las próximas semanas y meses. Llegarán a ser tan precarias y anodinas que habrá que cambiarse a los canales privados, esos que nos orientan y bombardean con publicidad y consignas. Si nada es capaz de arrebatar el poder a esta deleznable casta política que exprime a los más débiles para financiar a especuladores es que todas las instituciones del sistema democrático están tan corruptas como muchos de nuestros abominables representantes políticos. Ni funcionarios, ni parados, ni trabajadores son los culpables de esta bacanal de derroche y especulación. Lo son los bancos y los políticos que los amparan, a quienes seguimos confiando nuestro dinero y votos, de tal modo de que nuestros impuestos financian sus excesos en lugar de nuestras carencias. En marzo del pasado año, apenas a un mes de la campaña electoral de las elecciones municipales y en una crisis tan plena como la actual, se exhibían en las respectivas inaguraciones para optar a sus poltronas. Ciertamente abominables este atajo de mentirosos compulsivos que nos defraudan con cada una de sus acciones

lunes, 28 de mayo de 2012

La Mentira Global

Del mismo modo que nuestros políticos, economistas, financieros, y gurus de las tendencias de cualquier tipo, nos advierten, justifican, hipnotizan, distraen o manipulan con problemas y soluciones globales, para saquear globalmente el planeta en beneficio de unos poco; ninguno de ellos hace la más mínima referencia a la gran mentira global en la que se sustenta la religión capitalista de este siglo XXI, la más practicada en la sociedad consumista y que se impone por doquier ya que al dedicarse exclusivamente al mundo material no entra en controversia con las religiones espirituales, más bien al contrario, se alía con ellas, como históricamente han hecho todos los poderes, para repartirse los placeres y riquezas terrenales. El sistema ha vendido sus bondades a través de la imagen y se ha legitimado con instrumentos a los que ha desvirtuado completamente desde su esencia inicial. Como casi todos lo afirman, aceptemos que el sistema es global y veamos su evolución en uno de los países afectados por el mismo para comprobar como se ha instaurado, instaura o instaurará en su imparable proceso de contagio globalizado, si el pueblo soberano no lo pone remedio. España, como toda democracia que se precie por ello incluye y define en el preámbulo y artículo primero de su democrática constitución de 1978 su nítida declaración de intenciones: La soberanía reside en el pueblo, y “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. Así, con todas las letras y tal y como lo lees. También se proclama que la forma política del país en la monarquía parlamentaria, un costoso sistema de apariencia democrática que esconde aberraciones tales como familiares o amiguetes aprovechados, cacerías injustificables y otras inconfesables tradiciones de rancio abolengo o novedades de costosa y exclusiva apropiación. Los políticos que dicen representarnos depositan la soberanía del pueblo en un voto que se emite cada cuatro años, o el tiempo que corresponda, para elegir a unos candidatos que ejecutan el mandato recibido por sus votantes no como el cumplimiento de sus propuestas prometidas, si no como la fuerza que les trasfiere esa soberanía popular para hacer lo que les viene en gana y sin necesidad de explicaciones de ningún tipo. Esa es la potestad de la soberanía de un pueblo, que además, si no vas a votar, no puede quejarse, dicen, y de ese modo eliminan a todos aquellos que no comulgan con su sistema, con su mentira y fraudes globales, que, tengámoslo claro, pagamos todos se disfrace bajo la apariencia de una monarquía parlamentaria, de una república bananera, o del idolatrado ejemplo a seguir, ya que se financia con los impuestos de los ciudadanos, y de ellos se nutre el Estado social y democrático de Derecho. Ahora bien, tal vez debiéramos repasar lo que significan esas rimbombantes palabras que llenan las bocas de los que defienden la bondad del sistema. Un estado social es aquel que trata de fortalecer servicios y garantizar derechos esenciales para los ciudadanos, entre ellos la sanidad, la educación, la vivienda y el trabajo dignos, además de la defensa al medio ambiente y la asistencia a nuestros adultos y discapacitados. De un modo u otro nuestra elogiada constitución recoge todo eso en su articulado y bajo excelsas palabras, para asegurar que nuestro Estado es social. Democrático simplemente remarca esa falsa historia de la soberanía del pueblo y el voto, ya que en esa falacia de una persona un voto radica toda la falsedad del sistema, puesto que en eso es en lo único que somos iguales. Y eso es básicamente así porque actualmente, si no a lo largo de toda la historia, hay un claro incumplimiento en la mayoría de los países del cumplimiento de los requisitos que permiten catalogar a un estado como de Derecho, aunque tal vez no de un modo tan flagrante y descarado como en España. Un estado de Derecho se caracteriza por la consagración constitucional de los derechos fundamentales, todo eso tan bonito del derecho a la vida, la igualdad ante la ley y demás milongas adulteradas por el sistema, ya que la correcta ejecución de las prerrogativas que garantizan el funcionamiento de esos derechos es el equilibrio y el control mutuo de los poderes que componen el estado para evitar que se produzcan abusos por parte de alguno de ellos, es decir, la separación de poderes. Los grandes pensadores históricos como Rousseau o Montesquieu perfeccionaron durante la Ilustración algunas ideas aristotélicas sobre la Política. Las teorías postulan que cada uno de los tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial deben ser independientes para controlarse unos a otros, y todos ellos someterse a la ley de leyes, a la idolatrada Constitución. Veamos como funciona eso a efectos prácticos. El poder legislativo son las cámaras compuestas por los políticos que debaten y aprueban las leyes (todas aquellas cámaras de las diferentes instituciones: congreso, senado, comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos, … todo el entramado de poltronas políticas creadas al efecto para que la nueva clase emergente, la casta política, se habitúe a la buena vida y el despilfarro. Quizás en la cumbre de esta pirámide de costosas e inútiles instituciones se encuentre el Parlamento Europeo). El poder ejecutivo será el encargado de “ejecutar” esas leyes y disposiciones legales legisladas por el poder legislativo. Para redondear la perfección del sistema el poder judicial, velará por el cumplimiento de la ley, todo ello bajo la estricta legalidad marcada por la constitución. La independencia de este tercer poder es cacareada con vehemencia e indignación por los propios miembros de sus cúpulas, e incluso por nuestros representantes políticos, si la sentencia dictada les es favorable. La bella teoría es así, pero la cruel práctica impone aceptar la realidad de la mentira global que sustenta este gigantesco fraude. Veamos la actual situación en España. El poder legislativo, respaldado por una aplastante mayoría absoluta del PP que, como todos los anteriores partidos, ganó las elecciones con mentiras, pero que en esta ocasión han sido más y de más rápido descubrimiento, legisla aquello que le ordena el ejecutivo, bueno, lo que le queda grande y necesita el visto bueno parlamentario, porque el resto ya se encarga de imponerlo a golpe de real decreto. El poder ejecutivo, el gobierno, recoge las directrices emanadas de los poderes europeos, o de eso que llaman los mercados, y legisla y ejecuta en base a ello, y no a sus programas y promesas electorales, engañando con ello descaradamente a sus electores con resultados como abaratar el despido, reducir los salarios, incrementar las tarifas básicas,…y recortar el presupuesto en dos servicios esenciales como son Sanidad y Educación en más de 10.000 millones de euros. Lo más sorprendente es que unos pocos días después de tamaño atentado contra el pueblo español, el mismo ejecutivo ejecutor del resto de barbaridades, respaldado por el mismo legislativo, ambos arduos defensores de la constitución que ampara sus lucrativas y jugosas poltronas, deciden regalar una cifra cercana al doble de lo recortado en Sanidad y Educación a Bankia, ruinoso engendro creado a bombo y platillo por su amigo Rodrigo Rato, y saqueado por él y por el resto de garrapatas políticas, sindicales y empresariales presentes y pretéritas adheridas a tantos consejos de administración de cajas y otras entidades a las que acaban por absorber hasta la última gota de sangre, como todo aquello a lo que se aferran. Por cierto, su sustituto, José Ignacio Goirigolzarri, quien asegura que no está ahí para enjuiciar a sus predecesores ni depurar responsabilidades, es poco probable que haya abandonado su dorada jubilación de hace apenas tres años del BBVA por un montante de cincuenta y tantos millones de euros, con la intención de hacer el actual trabajo gratis, así que con seguridad se llevará a sus arcas una parte importante de la dádiva estatal. Todas estas actuaciones se alejan mucho de las consagraciones constitucionales citadas anteriormente, porque la magna carta defiende, entre otras muchas cosas, sanidad, educación, trabajo y vivienda dignos para todos los españoles, no recortes en las mismas prestaciones y servicios, para acto seguido socializar las pérdidas de entidades financieras que hasta hace nada privatizaron enormes ganancias para los bolsillos de unos pocos aún a costa de pésimas gestiones. Estos actos que parecen premiar, financiar y financiar la especulación y a los especuladores en nuestro país mientras se penalizan labores de investigación y desarrollo que acaban provocando la huída de nuestro mejor y más preparado capital, el humano, son de dudosa cabida en una Constitución, cuya única modificación en su más de 30 años de existencia, con excepción de la sucesión a la corona, se realizó el pasado 2011 para limitar el gasto presupuestario y ceder el control del mismo a la Unión Europea, no son excesivamente vigilados por el tercer poder en discordia, el poder judicial, que según la teoría debería sancionar las ilegalidades del resto de poderes, porque deben estar ocupados en otras cosas. El máximo responsable de la justicia española, temas constitucionales a parte, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, ejemplar malagueño, religioso, de derechas y del Opus Dei para más señas, y que fue consensuado por los dos partidos mayoritarios y más tarde fue elegido por unanimidad por sus compañeros para ambos ocupar ambos cargos en septiembre de 2008, anda muy ocupado viajando. Concretamente la máxima autoridad del órgano que apartó a Baltasar Garzón de la judicatura y de la investigación de los crímenes del franquismo, durante los últimos tres años ha viajado una veintena de fines de semana a Marbella, con ciertos lujos, por supuesto, acordes al cargo, y un montante de unos trece mil euros que ha sufragado el órgano público, aunque sin justificación oficial. Por supuesto Dívar no va a dimitir ni dará explicaciones al respecto. En el mutuo control de los tres poderes, el legislativo dominado por el PP no pedirá explicaciones a Dívar por su actuación (a no ser que el lo pida por iniciativa propia), ni, dicho sea de paso, a Rato por la suya. Por su parte, las cúpulas de órganos judiciales, politizadas hasta la saciedad hacen la vista gorda ante las corruptelas de los políticos y así un caso como el de los trajes de Camps decidió que había pagado por unos trajes que quedó bien patente que él jamás había pagado, además de desvelar los lujosos gustos por los que se mueven los caprichos y regalos de las altas castas políticas; al menos de las valencianas. En resumen unos miran hacia otro lado ante las corruptelas de los otros haciendo inútil el control entre los diferentes poderes porque, en sus cúpulas, todos ellos están sometidos a las corruptelas del dinero, que es el dios al que sirven y el que sustenta la mentira global con toda clase de artimañas para continuar perpetuando los lujos, derroches y ostentaciones de unos pocos a costa de arrebatárselo a la mayoría. El neoliberalismo ha reinventado el estado, al que ha desposeído de toda potestad de regulación de las actividades comerciales concediendo libertad absoluta a los mercados, y ha sometido a los otros tres poderes al único poder dominante, el capital. Aunque, viendo las celebraciones colectivas por los triunfos de los clubs deportivos, o las multitudinarias desesperaciones por sus derrotas, especialmente referidos a eventos futbolísticos, no sé si estas preocupaciones mías carecen de importancia. Esperanza Fuencisla Aguirre y Gil de Biedma, condesa, marquesa y grande de España, conocida demócrata que inició su escalada política desde la extinta Coalición Popular como concejala del Ayuntamiento de Madrid, y que desde ahí trepó a diferentes cargos, hasta la actual presidencia de la Comunidad de Madrid, cargo que ocupa desde 2003, también andaba preocupada por realidades más trascendentes que las citadas y muy coincidentes con la del millar de simpatizantes de la falange que fueron autorizados a manifestarse coincidiendo con la final de la copa del rey 2012 cuando afirmaba que si durante un partido de fútbol se cometía algún delito contra alguno de los símbolos del país, entre ellos pitar al himno nacional, se debía suspender el encuentro y jugarse a puerta cerrada. La demócrata actitud de la “lideresa” del PP, atributo con el que le gusta ser identificada, ha sido criticada por muchos de sus colegas políticos de diferentes ideologías, pero de todos los que lo han hecho, ella es la que tiene más poder, con el respaldo de la mayoría absoluta de los madrileños. Todo ello forma parte de las declaraciones, tensiones, distracciones e imagen con las que la mentira global manipula y esclaviza nuestros destinos. Mientras tanto van llenando sus bolsillos y los de sus jefes, amigos y aprovechados con nuestros impuestos, esos que cada vez también transforman en más injustos al incrementar los indirectos, como el IVA, en los que pagamos todos igual mientras que van eliminando los que penalizan a las rentas más altas, como el del patrimonio, el de sucesiones o la reciente amnistía fiscal para los grandes capitales evadidos del país, que podrán lavar su oscura procedencia al módico saldo del 10 por ciento. Confiemos en que nuestros progresistas políticos no restauren la pena de muerte o el derecho de pernada para satisfacer sus bajos instintos y los de los mercados que les gobiernan para redondear este gigantesco fraude global.

martes, 8 de mayo de 2012

Polvos y lodos

Hace apenas diez meses paralizaba mis aportaciones a este blog con la referencia a la promesa de una entidad bancaria, engendro resultante de la unión de varias extintas cajas, se privatizaba, prometiendo hacer bankeros a todos aquellos que compraran sus acciones. La salida a bolsa de la firma financiera, muy presente en costosas campañas publicitarias y patrocinios, antes, durante y después de su estreno bursatil, se realizó el 20 de julio de 2011. Alguien que confiara su capital a formarse como bankero, hoy, tras el la larga gestación de más de nueve meses de aquel invento, tendría el cuarenta por ciento menos de sus ahorros. Buen negocio para los de siempre. Durante este tiempo Bankia ha pagado generosas compensaciones a los dirigentes de sus cajas de procedencia, así como a políticos, sindicalistas y representantes empresariales. RR, Rodrigo Rato, padre del aborto, tras un par de desastrosos años al frente de Caja Madrid y su actual secuela, se embolsó más de 2,3 millones de euros el año pasado, y ahora, al irse, podría llevarse una indemnización 1,2 millones de euros. No es probable que el premio sea por que su excelente labor frente a la entidad a la que deja al borde de una intervención que podría requerir sumas similares o mayores que lo que supondrán los recortes en educación y sanidad, dejando patente de ese modo que lo que apoquinamos muchos se lo llevan unos pocos. En realidad lo sucedido en Bankia ha sido un claro y acelerado ejemplo de como funcionan los mecanismos del globalizado liberalismo que nos imponen y con el que expolian a las naciones exprimiendo a la mayoría en beneficio de unos pocos especuladores. Al frente del proyecto pones a alguien con fama, habilidad y saber hacer, ciertos o no, en el asunto a expoliar, pero debidamente publicitados en los medios de difusión de masas, esos que se limitan a proclamar las bondades del sistema, ya que de él viven, a través de su publicidad y propaganda. La grandeza de la fama del cabeza visible del proyecto debe ser inversamente proporcional a sus escrúpulos para llenar sus bolsillos, y los de sus adláteres, a costa de aquello que es de todos. Acto seguido compras el silencio de todos aquellos que pudieran delatar el desalmado negocio, a saber, empresarios que frabrican y comercian, desde armas y petroleo hasta drogas y muerte, banqueros que lo financian, políticos que lo legislan, sindicatos que lo controlan,...y así cada una de las castas que pudieran intervenir, con el fin de lograr que el fraude llegue a buen puerto, abogados, jueces, arquitectos, periodistas, economistas,... Rodrigo Rato, de buena familia, y entretenido en velar por sus dineros e intereses, fue llamado por Aznar para ser ministro de Economía y vicepresidente entre 1996 y 2004, un periodo de amplias privatizaciones y notables beneficios fiscales para banca, empresas e iglesia. Al perder las elecciones de 2004 y ser elegido delfín Mariano Rajoy, Rato, apenas tres meses después de ser electo de nuevo diputado abandonó el escaño para ocupar el cargo de director gerente del FMI (Fondo Monetario Internacional, puesto de alto copete y remuneración que abandonó "por motivos personales" en junio de 2007. Sus sucesor en el cargo, que en ese compadreo de cargos con el que comercian los políticos, fue ocupado por el socialista francés Dominique Strauss Kann, a propuesta de su liberal presidente Nicolas Sarkozy, que no fue muy generoso con la opinión sobre la labor de RR al frente del FMI, pero bueno, después se lo pagaron con un definitivo escándalo sexual que le obligó a dimitir. Con este bagaje, y tras algunos flirteos con la banca de inversión, Rato regreso a su madre patria para presidir Cajamadrid desde enero de 2010, y su posterior transformación en Bankia donde premió con suculentas indemnizaciones a los antiguos dirigentes de las cajas de origen y con salarios muy por encima de los 200.000 euros a políticos del consejo de administración del PP, PSOE, IU, al representante empresarial de Madrid y al representante sindical de la UGT. Ahora, una vez atracados ilusos accionistas, exprimidos clientes y asalariados, y estafado todo el país con la anuencia de las autoridades de todo tipo, ya que todos chupan del bote, RR parte victorioso y repleto de tesoros a conquistar tierras manchegas, junto a otros miembros de la casta del PP, velando por la salud de sus habitantes a través de una empresa denominada Capio Sanidad, con la que lucrativamente pretenderán implantar las bondades de la sanidad privada, todo un oasis de ingresos para los insaciables especuladores. Para garantizar el correcto saqueo de las ruinas restantes RR ha propuesto, con la anuencia e intervención del Ministro Luis de Guindos, como digno sucesor a José Ignacio Goirigolzarri, alto cargo retirado hace un par de años del BBVA, con 52 millones de euros de jubilación. Mientras tanto el glorioso gobierno presidido por Mariano Rajoy, MR, cumpliendo a rajatabla todas y cada una de las mentiras con las que arrancó el voto a la mayoría absoluta de los españoles que fueron a votar el 20N, sigue entregando los escasos derechos sociales de este país a la pira de la especulación. La triple S, Soraya Sainz de Santamaría, se encarga de defender con vehemencia los engaños de sus huestes, y es que, según su inexorable criterio, nos tenemos que sacrificar todos para que ellos se sigan enriqueciendo, ya que en realidad todos están conchabados. Uno de los eslóganes de Bankia, en sus descomunales campañas propagandísticas era, "Todo un futuro juntos". El spot parece ciertamente revelador y visionario, porque muchas de sus imágenes hacen referencia a temas sanitarios y educativos, como diciéndonos que, inevitablemente, para acceder a aquellos servicios vamos a tener que pasar por el banco a pagarlos, o a pedirles un crédito para poder hacerlo; y para todo ello nos invitan a la confianza y al esfuerzo. Yo la verdad, para esas compañías, prefiero estar solo, y es que estos son los lodos de los orgiásticos polvos de liberalismo exento de regulación y reglas, intercambiados entre todas las esferas de poder: politico, religioso, financiero, empresarial, judicial, o de cualquier tipo, en los que los ciudadanos de a pie siempre acaban sodomizados, y ahora encima, teniendo que pagar la receta de la vaselina, si es que la quieres.