Con demasiada frecuencia nos imponen una supuesta realidad, y ocultan esos pequeños detalles que marcan la diferencia.

miércoles, 17 de junio de 2015

Los detractores del cambio

Las hordas peperas y sus voceros, oficiales y mediáticos,  multiplican sus derrotistas discursos contra el cambio político, sus catastróficos resultados y lo herético de sus líderes e ideologías, mientras que los combinan con las bondades idílicas sobre la continuidad y la estabilidad, el buen saber hacer de sus experimentados componentes y sus recetas economicas y sociales como única alternativa a las crisis. Ante una realidad siempre hay quien quiere iniciar un proceso de cambio y quien no, y cada cual tiene sus motivos.







De los siguientes, y en general,


Por si acaso no tienes suficientes ya, aquí tienes algunos argumentos más favorables al cambio:

Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio.

Octavio Paz (1914-1998) Poeta y ensayista mexicano.


En un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces.

John H. Newman (1801-1890) Cardenal y escritor británico.



El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro.

John Fitzgerald Kennedy (1917-1963) Político estadounidense.



                 El mundo odia el cambio, sin embargo, es lo único que ha traído el progreso.


Charles Kettering (1876-1958) Ingeniero e inventor estadounidense


                    No hay inteligencia allí donde no hay cambio ni necesidad de cambio.


Herbert George Wells (1876-1948) Escritor estadounidense



¿Por qué se ha de temer a los cambios? Toda la vida es un cambio. ¿Por qué hemos de temerle?

George Herbert (1593-1633) Poeta religioso inglés.



 El mejor regalo que podemos ofrecerle al mundo es el de nuestra propia transformación”.


Lao Tse (siglo IV antes de Cristo) Filósofo chino.


Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas.

Paulo Coelho (1947-?) Escritor brasileño.


Nunca creí que pudiéramos transformar el mundo, pero creo que todos los días se pueden transformar las cosas.

Françoise Giroud (1916-2003) Escritora y política francesa.


Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.

Alexei Tolstoi (1882-1945) Novelista soviético.



...y después actúa en consecuencia en cada instante de tu vida.

 

sábado, 13 de junio de 2015

Las hormonas del nuevo poder

Las hormonas son sustancias producidas por células especializadas con el fin de influir en la función de otras células. Así pues son mensajeros químicos, producidos por todos los organismos pluricelulares, incluidos los vegetales, aunque en este último caso únicamente filohormonas capaces de regular todo cuanto afecte a su crecimiento y desarrollo. Los organismos animales, más complejos en su composición y funciones generan más hormonas en proporción a su complejidad, y en todos ellos cumplen esa función comunicadora de la química, al nivel de los neurotransmisores y las feromonas en aquellas especies que las generan, pero todas ellos son esenciales para que los órganos y cuerpos sigan las directrices marcadas por los órganos rectores en cada momento para mejor garantizar la supervivencia del individuo y de la especie. Las más estudiadas, en animales y humanos, son las sintetizadas por las glándulas endocrinas, aunque son capaces de producir hormonas casi todos los órganos.

Desde la autosuficiencia característica de la raza humana nos gusta pensar que somos capaces de dominar todo desde nuestras poderosas mentes racionales, pero nos olvidamos del casi absoluto poder decisorio del inconsciente, y sobre todo de que somos animales que, aun evolucionados, conservan sus más esenciales instintos de supervivencia, como todos los animales.

En este sentido se puede se puede asegurar que la evolución de la vida animal, al menos en el caso de los vertebrados, está marcado por la testosterona, la hormona que estimula el desarrollo de los caracteres secundarios del macho y la producción de esperma. Es la testosterona la que provoca la agresividad en la lucha de los machos por las hembras (la de las hembras está más relacionada con la protección de los cachorros) en la que el más fuerte garantiza la supervivencia de sus genes a través de la descendencia, y es la testosterona la que mantiene en su privilegiado asiento a los machos alfa de las manadas; tanto es así que se ha comprobado que en las hienas, especie en la que las hembras dominan, es la mayor presencia de testosterona en sus organismos la que define su agresividad y escala en la pirámide grupal.

Vale que los machos humanos ya no nos peleamos, salvo excepciones, para conquistar a las mujeres, (porque afortunadamente a ellas les seducen más otras motivaciones porque sino aún andaríamos a hostias por lograr su atención) pero aún así las culturas, exceptuando alguna rareza matriarcal, y sociedades humanas se basan en la testosterona, trasladando el poder de la fuerza física al poder de cualquier otro tipo: económico, legal, institucional,... hasta espiritualmente las tres tendecias dominantes en el planeta, cristianos, musulmanes y judíos están marcadas por la testosterona y son profundamente machistas.

Políticamente sucede lo mismo, se gobierna bajo el criterio de la testosterona, en este caso doble; la primera la del propio candidado que como individuo quiere agrandar su ego y exhibir su poder, y la segunda la del sistema que le sustenta basado en el poder económico, que quiere más y más dinero en una retroalimentación infinita que enriquece a unos pocos y esclaviza y aboca a la miseria a la mayoría.  

Ahora el sistema se revuelve y advierte de los peligros del cambio y de las catastrofes que se avecinan porque intuye que se acerca el final de la testosterona como hormona del poder dominante en la política española, la que asigna la corona y los títulos por genes y linaje, la que pretende perpetuar el dominio de los poderes existentes y mantener las desigualdades y los estatus alcanzados históricamente por la fuerza, la que maquilla de democracia la oligarquía que gobierna nuestros destinos, y los del todo el planeta como consecuencia de la globalización. Los poderes globalizados por  la testosterona saben que si en España el cambio funciona todo el sistema se resquebrajará hasta hundirse porque se basa en la desigualdad y la especulación.

Tal vez durante muchos siglos la testosterona fue necesaria para garantizar nuestros instintos de supervivencia con respecto a otras especies, e incluso culturas, pero hace ya demasiado tiempo que sabemos que todos los seres humanos somos iguales y ya llegado el momento de cambiar nuestro nivel de conciencia y colocar como nueva hormona del poder a la oxitocina, que es la que a la postre nos garantiza la existencia como individuos. 

Esta hormona es generada masivamente por la mujer durante el parto y la lactancia, y es la que ayuda a crear los fuertes lazos materno filiales que convierten la supervivencia del recién llegado en el principal objetivo de la progenitora. La conocida como hormona de la empatía, del amor, de la confianza, de la generosidad,... también es generada por los hombres, pero en menor cantidad (como sucede con la testosterona en las mujeres) y principalmente durante los orgasmos, situación que comparten con las mujeres, en ellos provocando la circulación del esperma y en ellas la contracción de la musculatura pelviana. Ese dominio de la testosterona sobre la oxitocina en el hombre es el que ha dominado y domina la historia y nuestra realidad política y social, primando la fuerza y el poder de cualquier tipo y sus manifestaciones, sobre la empatía ante cualquier ser vivo, pero en especial ante los congéneres. 

Afortunadamente, el cambio hormonal que rija nuestra globalizada sociedad está aquí. Precisamente dos empáticas mujeres, las nuevas alcaldesas de las dos principales ciudades del país dejaron patente la nueva hormona dominante cuando, tras saberse vencedoras, anunciaron que su prioridad iban a ser las personas y evitar las situaciones de miseria que afectan cada vez a más población gracias a las políticas de la testosterona que priman macroeconomía y presunto prestigio internacional, además de sus prebendas y poltronas sobre cualquier otra cosa.

Era emocionante comprobar como en las tomas de posesión de los alcaldes de las grandes ciudades promovidos por plataformas ciudadanas, mareas de esperanzadas personas que celebraban el necesario cambio en el que el pueblo tome en realidad el poder, no a través de escogidos representantes y corruptos partidos políticos, y haga políticas más humanas, y para las personas; porque el futuro debe basarse en la solidaridad, no en competitividad. No va a ser fácil porque las estructuras de la testosterona y sus voceros tratarán a toda costa de evitar la caída de su régimen y para ello es necesario que los nuevos gestores no lo hagan bien, porque si lo hacen medianamente bien, se acabaron los falsos argumentos del apocaliptico caos que anuncian por llegar con su ausencia.

 

 En cuanto a la mayoría de las mujeres politicamente poderosas hasta ahora, sólo son para dar sensación de igualdad, pero en el fondo son más de lo mismo y su única empatía es con el dinero y los privilegios que les otorga el poder. Hay otros muchos, pero pongamos como ejemplo a Rita Barberá que aparcó su coche durante 24 años para rodearse de vehículos oficiales y otros lujos, además de tener el sueldo de cargo público más elevado de España. 

Los nuevos lo harán bien. Sólo con recortar tanto derroche y privilegio, y suprimir tanto asesor de confianza inútil tienen una parte hecha, pero mientras el sueño se realiza por completo recuerda que los orgasmos incrementan tu empatía, lo que sin duda mejorará el mundo.



 (El  vídeo es de julio de 2012, con drásticos recortes sociales ya adoptados, y es indicativa del grado derroche del sistema político español)

domingo, 7 de junio de 2015

¿Somos más marcianos de lo que creemos?

   Cuando algunos afirman que la crisis es historia y que la recuperación es un hecho, la mayoría nos preguntamos, no ya en que país viven, sino incluso en que planeta, galaxia o universo pueden estar para situarse tan alejados de una cruda realidad que sitúa en los límites de la pobreza extrema a cerca del treinta por ciento de la población de este país.

   Lamentablemente todos esos líderes, políticos, económicos, espirituales, ideológicos,...  que afirman tal recuperación inexistente y rigen y guían nuestras vidas en aras del bien común y de la humanidad, y muchos de los cuales hablan de riesgos para la democracia cuando gobiernan desde el absolutismo de su mayoría aplastante, se han creado un entorno de institucionalidad, protocolos, lujos, prebendas y comodidad que les alejan de la realidad del pueblo llano, aunque TODOS vivamos en el mismo planeta y pertenezcamos a la especie humana y seamos iguales en derechos y libertades como tales. Su insensibilidad y afirmaciones parecen de fuera de la tierra; marcianas, como ha aventurado mayoritariamente la imaginativa de la ciencia ficción atrapada por el seductor misterio del planeta rojo. Pero quizás no sea tan descabellado que no sólo ellos, quienes desde las doradas poltronas de sus cargos ignoran la mísera realidad, sino también quienes la padecen, tengamos algún innegable vínculo con Marte.

   Recientemente las circuntancias colocaron entre mis voluntarias obligaciones la elaboración de un informe sobre cualquier elemento químico, detallando su descubrimiento, magnitudes y otros datos, además de especificar sus actuales usos y profundizar en alguno de ellos. Entre los 118 elementos que actualmente hay en la tabla periódica, sin duda los hay preciosos, seductores, misteriosos,... pero yo no tuve ninguna duda a la hora de decidirme. El nombre de mi mascota es Moli (la de la foto de la cabecera), que significa magia en un dialecto chino, pero a menudo, cariñosamente, le llamo Molibdeno, supongo que con la nostalgia de la adolescencia ochentera en la que estudiaba química y la tabla de los elementos, repitiéndolos por grupos y conociendo sus símbolos, valencias, números atómicos,... más en profundidad cuanto más habitual era su manejo entre las fórmulas y compuestos estudiados. El Molibdeno no era de los importantes, y apenas recordaba su símbolo químico, Mo, pero ahora era transcendente en mi vida, y quizás en la de todos, así que era el elemento elegido.

  Aprendí que el molibdeno es un metal sólido plateado, con número atómico 42, símbolo químico Mo y con el sexto punto de fusión más elevado de cuantos elementos se conocen, lo que como metal de transición lo habilita excepcionalmente para su principal función actual, la consecución de aleaciones de acero más duras y resistentes.

Este metal sólo se encuentra en la naturaleza formando parte de otros compuestos, que además se confundían con derivados de otros elementos, como el carbono o el plomo, de ahí su nombre, molibdeno, procedente del griego “molybdos” que quiere decir “como el plomo”. En 1778 el químico sueco Carl Wilhelm Scheele, a quien también se atribuyen los descubrimientos del oxígeno y el cloro, logró hacer reaccionar el mineral molibdenita (compuesto de molibdeno y azufre) con ácido nítrico, obteniendo un ácido al que llamó “acidum molibdenae”, y aunque el metal no pudo ser aislado hasta cuatro años más tarde, reduciendo el compuesto con carbono, y por otro investigador sueco, la autoría de su descubrimiento se le asigna a Scheele.

   Las aplicaciones prácticas del molibdeno no fueron patentes hasta finales del siglo XIX, cuando la industria siderúrgica buscaba aleaciones más resistentes para un acero cada vez más presente en infraestructuras. Las contiendas bélicas y la producción armamentística multiplicaron su extracción, siempre como molibdenita (MoS2), wulfenita (PbMoO4) o powellita (CaMoO4), siendo sus principales productores USA, Canada, China, Chile y Perú.

Aunque tiene muchos más usos, dos tercios de su producción se dedican a mejorar aleaciones, pero su función actual no es la que destacaré. Ocupa el puesto 54 en el ranking de los elementos más habituales en la corteza terrestre, pero asciende al puesto 25 de los más abundantes en los océanos, de donde surgió la vida.

   En este sentido algunas teorías recientes atribuyen al molibdeno su papel activo en la liberación de oxígeno en los océanos primitivos y su función catalizadora para algunas bacterias en la obtención de nitrógeno que fertilizó los océanos y propició formas de vida más complejas. El molibdeno fue pues esencial en la evolución de la vida en el planeta tierra. Ahora bien, hace un par de años el prestigioso bioquímico norteamericano, Steven Benner, de la Fundación para la evolución molecular aplicada en Gainesville (USA), afirmaba que ese molibdeno mágico pudo llegar de un meteorito procedente de Marte hace 3.000 millones de años. Así pues, puede que todos seamos algo marcianos y Molibdeno tambien sea importante en tu vida. Sin duda somos polvo de estrellas en un equilibrio perfecto... ¡¡¡No lo jodamos eligiendo ineptos y mediocres como líderes!!!

 

 

http://mundo.sputniknews.com/ciencia/20130829/157945358.html

http://www.teinteresa.es/ciencia/Steve-Benner-marcianos-Harvard-Yale_0_983303462.html